El
derecho a la salud es un derecho humano, un bien social y colectivo que
requiere ser garantizado por el Estado, responsabilidad que no puede eludir.
Hoy las mujeres en Chile, al igual
que otros colectivos sociales históricamente discriminados y excluidos, tenemos
acceso restringido a una salud digna y de calidad porque la Constitución
política heredada de la dictadura no la reconoce como derecho y el Estado
chileno no la garantiza.
La Articulación Feminista por la
Libertad de Decidir, el Colectivo Agar, la Fundación Margen, Transexuales
por la Dignidad de la Diversidad-OTD, y la Mesa
Intersectorial de Prevención en VIH/Sida, ITS y temáticas asociadas Zona Sur
Oriente, integrantes
activos del movimiento social amplio, diverso e inclusivo que está
transformando Chile, en coincidencia con la reciente conmemoración del Día
Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, y en el marco del actual proceso
electoral presidencial y parlamentario, llaman a:
* Rechazar la mercantilización del
derecho universal a la salud por efectos del modelo neoliberal impuesto y
administrado en las últimas décadas por gobiernos de turno, con un costo brutal
en la vida, bienestar y salud de las mujeres, en especial las más pobres.
* Avanzar a cambios estructurales que
permitan hacer de la salud un derecho reconocido constitucionalmente, y en
consecuencia, ser exigible por la ciudadanía.
* Manifestar nuestra
indignación y rechazo por el desmantelamiento progresivo del sistema público de
salud, del cual las mujeres somos sus principales usuarias, y por el embate
privatizador que está afectando a diversos centros hospitalarios históricos y
al personal que allí labora. ¡La salud pública no se vende, se defiende!
* Denunciar la persistencia de los
abusos de las Isapres, que discriminan con total impunidad a las mujeres, con
planes de salud más caros y con exclusión de prestaciones.
* Cuestionar la ausencia de
mecanismos de participación real de las organizaciones de mujeres y de otros
grupos sociales en los espacios donde se deciden políticas que nos afectan, en
especial, las reformas sectoriales que sólo han profundizado la desigualdad y
la inequidad de género en salud.
* Denunciar que el Estado chileno incumple gravemente su deber de reconocer, proteger y promover los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos, a pesar de haber firmado compromisos internacionales en ese sentido. Rechazamos la negativa del Estado a acoger numerosas recomendaciones de organismos de las Naciones Unidas para avanzar en este ámbito.
* Exigir el acceso universal y sin
discriminación a servicios de salud sexual y reproductiva de
calidad para todas las mujeres heterosexuales, lesbianas, bisexuales,
transgéneras, mujeres de pueblos originarios, adolescentes, inmigrantes,
trabajadoras sexuales, mujeres mayores, mujeres VIH+, etc.
* Exigir acceso garantizado a
anticoncepción, incluyendo anticoncepción de emergencia, condones masculinos y
femeninos, esterilización quirúrgica voluntaria y promoción de vasectomía, para
quien lo solicite, así como también acceso asegurado a tratamientos
antirretrovirales para personas VIH+.
* Exigir aborto legal, seguro y
gratuito, al igual que el cese inmediato de persecuciones, maltrato y denuncias
a mujeres que abortan. ¡No a la dictadura moral de iglesias y partidos
confesionales, saquen sus rosarios de nuestros ovarios! ¡No
a la delación de médicos de asistencias públicas y hospitales!
* Demandar el pleno respeto a la
libertad y autonomía de las personas en la sexualidad, el cuerpo y la
reproducción. ¡Pleno respeto a las orientaciones
sexuales e identidades de género! ¡Derecho a decidir sobre el propio cuerpo y
la identidad! ¡No más patologización de las identidades trans! ¡Matrimonio igualitario y acceso a la adopción! ¡No al heterosexismo
obligatorio!
* Denunciar la abierta política
pro-natalista del actual gobierno que pretende manipular
con sobornos la decisión de las mujeres, en especial las más pobres,
en cuanto a ser o no ser madres. Rechazamos las políticas públicas que remiten,
una y otra vez, a las mujeres a los roles históricos de reproducción,
cuidado de otros y al espacio privado. ¡La
maternidad siempre debe ser una opción libre y soberana!
* Denunciar cómo la violencia
machista continúa siendo una amenaza constante sobre nuestras vidas y nuestros
cuerpos. Exigimos políticas reales de prevención de las distintas expresiones
de violencia machista, fin a la impunidad de que gozan los culpables, respuesta
institucional efectiva para las mujeres y políticas que promuevan, desde la
infancia, el derecho humano a vivir en paz, dignidad y libres de
violencia.
Mujeres adultas, jóvenes y niñas,
mujeres indígenas y afrodescendientes, mujeres migrantes, lesbianas, bisexuales
y transgéneras, estudiantas, trabajadoras agrícolas, obreras y profesionales,
trabajadoras sexuales, mujeres VIH+, mujeres que enfrentan embarazos no
deseados, mujeres todas, hacemos un llamado a todos los movimientos sociales
que hoy trabajan por un Chile más justo, para que se unan comprometidamente a
nuestra lucha por la salud como un derecho humano y un bien social.
Santiago,
junio 2013
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