Un pequeño grupo de feministas manifestó este jueves frente a la catedral metropolitana de la capital chilena en repudio de un influyente sacerdote católico acusado de haber abusado sexualmente de al menos cinco adolescentes.
"Imagínese cómo estamos de impactados quienes no sabíamos lo que estaba pasando realmente con los curas", dijo a IPS Edita Andrade, de 44 años, quien observó la protesta realizada por una veintena de representantes de la Articulación Feminista Por la Libertad de Decidir. "Me parece bien que la gente despierte, reaccione.
La religión no puede encubrir estos delitos", agregó la mujer, a pocos metros de Sonia, otra chilena que pedía que se individualizara a los sacerdotes involucrados en abusos sexuales. Es para que "no se generalice, porque no todos los curas son iguales", planteó a IPS. "Son muchas cosas las que están dañando a la Iglesia Católica.
El ocultamiento de los delitos de pedofilia es una de ellas", dijo a IPS Octavio Rojas, otro chileno que acompañó la simbólica manifestación en la Plaza de Armas de Santiago. Este país austral con 17 millones de habitantes está conmovido por el caso del padre Fernando Karadima, de 80 años, ex párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la acomodada comuna de Providencia, que es investigado por la justicia por presuntos abusos sexuales cometidos hace dos décadas contra al menos cinco adolescentes.
El hoy anciano sacerdote, descrito como carismático y formador de varios obispos, se declara inocente de las acusaciones. En la última semana ha sido defendido por otros religiosos y feligreses. El médico gastroenterólogo James Hamilton, de 44 años, y Juan Carlos Cruz, un ejecutivo de 46 años que reside en Estados Unidos, denunciaron a Karadima en un reportaje publicado el 22 de este mes en el diario estadounidense The New York Times. Hamilton, Cruz y otros tres hombres supuestamente ultrajados cuando eran menores de 18 años por el cura dieron el martes 27 sus impactantes testimonios al programa Informe Especial del canal estatal Televisión Nacional de Chile. Antes, el 21 de este mes, el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Alejandro Goic, había pedido perdón a la sociedad chilena por los casos de abusos sexuales protagonizados por sacerdotes.
En la ocasión, el también obispo de Rancagua informó que en el país hay 20 sacerdotes denunciados por pedofilia: cinco han sido condenados, otros cinco están bajo investigación judicial y los restantes han sido absueltos o sus casos aún están en estudio. Cuatro días después, el cardenal Francisco Javier Errázuriz reconoció a través de una carta leída en misas que suspendió una investigación eclesiástica iniciada en 2005 contra Karadima porque esperaba "nuevos antecedentes" y consultar a peritos jurídicos canónicos. Informó que la pesquisa se reactivó en 2009, cuando entregaron los antecedentes a un nuevo "Promotor de Justicia" de la Iglesia, nombrado ese año, para que averiguara a fondo los hechos" y "propusiera, si fuese el caso, la declaración de inocencia o las medidas pertinentes". "No hay lugar en el sacerdocio para quienes abusan de menores y no hay pretexto alguno que pueda justificar este delito", aseguró el cardenal, llamando a las personas afectadas a comunicar estos hechos.
"Es un deber de la ciudadanía no sólo discutir públicamente todos los pormenores de estos casos sino que además exigir castigos", dijo a IPS Adriana Gómez, de la Articulación Feminista, que agrupa a una veintena de organizaciones. "Las organizaciones de mujeres hemos estado luchado en los últimos años contra una Iglesia Católica que nos impone una moral y unas reglas muy duras, y resulta que después vemos una defensa corporativa y un secretismo muy fuerte en torno a estos delitos, que son tratados como faltas, como errores humanos", criticó. A juicio de Gómez, las declaraciones de la cúpula eclesial chilena no son suficientes. "La transparencia creo que todavía no es completa. Me parece que hay ciertos personajes que están más protegidos que otros. Hasta ahora no ha habido mucho castigo penal. Yo te aseguro que Karadima va a terminar en retiro espiritual", avizoró.
Además de sanción a los sacerdotes culpables de abusos y reparación a las víctimas, la Articulación exigió que la Iglesia Católica no interfiera en asuntos de Estado y que cese su "control sobre el cuerpo, la sexualidad y la reproducción de las personas", en referencia principalmente a la prohibición total del aborto que existe en el país. Refiriéndose al caso Karadima, Ena Von Baer, portavoz del derechista presidente Sebastián Piñera, señaló el miércoles que el gobierno "va a estar siempre del lado de las víctimas", en espera de los resultados de la investigación judicial. Ante el escándalo que enfrenta a nivel mundial por casos de pedofilia, el Vaticano divulgó el 12 de este mes una Guía de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que plantea que "siempre" hay que denunciar estos hechos a la autoridad civil.
Según el último censo de 2002, casi 90 por ciento de los chilenos mayores de 15 años cree en alguna religión. De ese total, 70 por ciento de ellos se declaran católicos, 15,1 por ciento evangélicos y 4,4 por ciento se dividen en otros credos.
Por Daniela Estrada
Fuente: IPS
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